En el último Consejo de Ministros antes de las elecciones del 28A, el Gobierno entonces en plenos poderes aprobó una medida incluida en el estatuto del artista largamente demandada por autores como Forges y Javier Reverte: poder compatibilizar la pensión de jubilación y los ingresos por derechos de autor.
El estatuto del artista salió adelante en el Congreso de los Diputados con unanimidad en enero, fruto del consenso que la Comisión de Cultura eligió y practicó como extraño método de trabajo en un parlamento bronco. Desde aquel Consejo de Ministros en vísperas electorales, el estatuto del artista no se ha desarrollado más.
Sin formación de Gobierno y con repetición electoral, los trabajadores de la cultura esperan a que la nueva legislatura sirva para que se vayan aplicando las medidas fiscales y laborales que faciliten el desempeño de una profesión a menudo intermitente por naturaleza.