La escritora y periodista Marta Peirano habla en su sección de tecnología en Las Mañanas de RNE sobre el caso de un estudiante británico de ascendencia india que, en un vuelo a Menorca, manda una foto en tono satírico a un grupo de Snapchat con el texto "Voy a detonar el avión (soy miembro de los talibanes)", haciendo bromas sobre su tono de piel. Este mensaje fue interceptado por los servicios de inteligencia británicos a través de inteligencias artificiales automatizadas y, al llegar a España, le esperaban dos aviones militares. Ahora se enfrenta a una multa de 22.500 euros y una indemnización de responsabilidad civil de 94.782 euros, mientras se abre el debate de cómo una broma en un mensaje privado de un chat se convierte en una comunicación pública.
Peirano cuenta que las aplicaciones como Snapchat o WhatsApp cuentan con un sistema de cifrado de los mensajes para su privacidad, por lo que supuestamente los chats son privados aunque, según la periodista, "puede que esto sea verdad en países como España, pero no en Reino Unido”. El país británico aprobó el año pasado la "Online Safety Act”, que obliga a las empresas a escanear las comunicaciones de los usuarios para asegurarse de que no transmiten material ilegal, explica Peirano. También hay peligro en las wifis públicas de los aeropuertos, en las cuales se aceptan unos términos y condiciones que podrían permitir a las fuerzas de seguridad escuchar conversaciones.