La presión migratoria en las islas Canarias aumenta y Mauritania es uno de los países emisores de migrantes que llegan a las costas del archipiélago: en torno a un 80% de las personas que parten por la ruta atlántica. Allí recibirán hoy la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von del Leyen. Se espera el anuncio de un paquete económico de 200 millones de euros para satisfacer las necesidades de un país caracterizado por la inestabilidad política. En su capital, Nuakchot, se encuentra el equipo de enviados especiales de RNE, María Eulate y Carlos Mesas.
En 2005, con solo 13 años, el joven Mamadou Sissoko fue rescatado a bordo de una embarcación en las costas canarias. Mamadou cruzó el Atlántico en patera, junto a 48 personas, desde Mauritania procedente de Malí. Casi una década después de su llegada, vive en Las Palmas de Gran Canaria y se dedica a ser traductor y facilitar la llegada de sus compatriotas. Mamadou ha explicado en Las Mañanas de RNE las pésimas condiciones a las que se enfrentan en las embarcaciones: “Es peligroso, pero uno no lo sabe hasta que se sube". El joven no sabía nadar y "era la primera vez que veía el mar". La madre de Mamadou pagó el viaje, que costó unos 2.000 euros. Fueron cuatro días de travesía y, si no les hubieran rescatado, el joven cree que no habrían sobrevivido. Preguntado sobre si volvería a repetir la travesía, Mamadou reconoce que "no lo haría nunca más".
Al llegar a Canarias, Mamadou fue internado en un centro de acogida donde vivió cuatro años. Ahora, los menores no acompañados son recibidos como una amenaza por algunos sectores, algo que el joven critica: “Duele porque la mayoría de niños viene aquí a buscarse la vida. El consejo que doy es que deben adaptarse a la sociedad, portarse bien y trabajar”, sentencia el joven.