Esta madrugada ha sido muy complicada para Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. Al menos 18 gazatíes han muerto en la primera noche de bombardeos continuos sobre la zona. El Ejército de Israel ha tomado el control del paso fronterizo de Rafah. Tel Aviv prosigue su ofensiva sobre ese enclave en el que se refugian cientos de miles de palestinos, apenas unas horas después de que Hamás aceptase una propuesta de un alto el fuego que el Gobierno de Netanyahu está estudiando. En Las mañanas de RNE, Raquel Martí, directora ejecutiva de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en España, ha asegurado que permanecerán en Gaza: "UNRWA y Naciones Unidas no se van a marchar y seguirán prestando su ayuda a la población hasta que sea inevitable".
Del mismo modo, ha expresado su preocupación por los bombardeos de esta madrugada en Rafah: "Las zonas que Israel ha asignado como zonas humanitarias, en otras ocasiones han sido también atacadas, con lo cual realmente no tienen la confianza de que si se marchan de allí puedan encontrar un lugar donde están seguros".
La directora ejecutiva de la UNRWA en España ha querido resaltar la dura situación de la zona que sufren los gazatíes: "En Rafah hay casi un millón y medio de personas, de las cuales, 600.000 son niños. Viven en condiciones de hacinamiento sin servicios. No hay agua ni comida para todos". Asimismo, ha explicado que la situación es cada vez menos insostenible para la población civil y que es "necesario un alto al fuego definitivo ya".