La comida de quinta gama se ha convertido en habitual en todo tipo de restaurantes. Este tipo de gastronomía consiste en platos terminados y envasados, que solo necesitan un golpe de calor antes de servirlos.
El ahorro de costes y prescindir de personal especializado son algunas de las múltiples ventajas que tiene para los empresarios. Además, independientemente de la extensión del local, se puede ofrecer una carta amplia y variada. No es necesario que el establecimiento tenga salida de humos, solo se necesita un horno para recalentar los alimentos.
En Francia se ha llegado a plantear una proposición de ley que obligaría a informar al consumidor de qué platos no se cocinan en los restaurantes. Ahora se ha retirado el texto por la presión del sector de la hostelería descontento con la medida.
Un reportaje de Alfonso Herreros.