Hablamos con Soledad Murillo, exsecretaria general de políticas de igualdad, por las dos décadas de la Ley contra la Violencia de Género
Se cumplen 20 años de la votación y entrada en vigor de la Ley contra la Violencia de Género. Una ley propulsada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que fue aprobada con el apoyo unánime de los grupos en el Congreso, algo que "ahora mismo sería impensable" dice Soledad Murillo, socióloga, feminista y Secretaria General de políticas de igualdad en aquel momento, aunque reconoce que también se tuvo que trabajar esta ley para conseguir ese consenso. Recuerda además el caso de Ana Orantes, que fue asesinada por su expareja 10 días después de contar en televisión el maltrato que había sufrido durante 40 años. "Era evidente que hacía falta una ley específica", justifica. Murillo defiende la utilidad y la necesidad de esta ley "que se ensalza como una referencia en Europa" pero que deja una "sensación agridulce" por el casi medio centenar de mujeres asesinadas en lo que va de año. "No se puede dudar de la ley, se tiene que dudar de cuáles han sido los mecanismos de aplicación y exigir responsabilidades", afirma la exsecretaria, "si alguien ha denunciado, no puede morir asesinada". Murillo además aboga por ampliar la ley hacia "todo tipo de violencias" hacia las mujeres, en referencia a la violencia sexual, para mejorar la protección.
Sobre las voces contrarias a las políticas feministas desde Vox, teme Murillo que su discurso "está recogiendo el enfado de las chavales jóvenes y también de algunas chavalas que consideran que la palabra feminismo es una palabra que está trasnochada" y pide más concienciación.