Irene Bernal, investigadora del equipo de Acceso a Medicamentos de Salud por Derecho, ha dicho en Las mañanas de RNE que hay que levantar la confidencialidad de los contratos firmados con las farmacéuticas, algo que ya defendía desde antes de la pandemia, pero que ahora se hace más necesario tras la polémica con AstraZeneca. "Los contratos traen implícitos tener las vacunas preparadas para la entrega una vez aprobadas", ha dicho.
Y añade que hay que modificar los procedimientos. "El Parlamento Europeo ha sido muy activo, los parlamentarios han tenido que dejar el móvil y entrar con boli y papel, representa una situación que no debe ser tolerable", opina. Ante esta situación, los países pobres juegan con desventaja. "La mayoría de las vacunas están concentradas en los países ricos, en un 98-99%. Los países de renta baja, cero", concluye.