Lucía Gorjón,investigadora de ISEAK y doctora en Economía, considera que el ingreso mínimo vital, a falta de conocer los detalles, es una herramienta adecuada para luchar contra la pobreza en nuestro país. Gorjón cree que el error de este tipo de políticas es que sólo saca de la extrema pobreza a los hogares más pequeños, por lo que aboga por dar esta prestación de una manera más equitativa. "El ingreso mínimo vital suaviza la intensidad de la pobreza, es decir, los beneficiarios son menos pobres, pero no dejan de serlo".
En Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso, Gorjón ha expresado que la puesta en marcha del ingreso mínimo vital conlleva un riesgo: "la trampa de la pobreza". El hecho de que haya personas que prefieran cobrar esa ayuda a buscar trabajo puede suponer un problema. Para evitar esta situación, Gorjón plantea queel ingreso mínimo vital venga acompañado de otras políticas complementarias y estímulos al empleo "para que el escenario de trabajar sea preferible a no hacerlo”.