Ignacio Cembrero, periodista y escritor especializado en el Magreb, ha dicho en Las mañanas de RNE que la salida de Ghali no encauzará la crisis con Marruecos. "Tenemos para rato. Lo decía el comunicado del lunes. Ghali es un pretexto, una anécdota. Lo que pretende Marruecos es que España y la Unión Europea modifiquen su postura sobre el Sáhara Occidental y se aproximen a la decisión que tomó Donald Trump en diciembre cuando reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental."
Sobre si llegará a o no a suceder, cree que públicamente no es posible porque no cumple con la legalidad internacional. "Bajo cuerda los sucesivos gobiernos españoles siempre han ayudado a Marruecos. Por ejemplo, en marzo pasado, en el Tribunal de Justicia de la UE en Luxemburgo, los abogados del estado estaban junto con las asociaciones marroquíes. Abogados de Francia, la Comisión Europea... estaban contra los abogados del Frente Polisario a propósito de los acuerdos de asociación y de pesca entre la Unión Europea y Marruecos", explica, y añade que en las aguas del Sáhara Occidental se produce el 92% de las capturas de la Unión.
La actuación de Marruecos en esta crisis ha afectado a su imagen internacional. "Marruecos cometió un error abriendo las fronteras. Las imágenes, como la de la Guardia Civil rescatando a un bebé del agua, dan la vuelta al mundo y dan una mala imagen de Marruecos. El tema migratorio es uno de los más sensibles. Marruecos cometió un error que intentó ratificar ayer con el comunicado ofreciendo repatriar a menores no acompañados, pero dudo mucho que se produzcan repatriaciones de menores a gran escala", ha dicho. En el país estas imágenes han circulado por las redes sociales, pero las televisiones y los periódicos marroquíes no las han publicado. Como periodista, Cembrero ha recibido críticas precisamente de medios de comunicación marroquíes. "Por un lado estoy acostumbrado, aunque esta vez ha sido un ataque masivo, pero mientras se quede ahí y no pase lo que pasó años atrás, que me hicieron fotos en Madrid y hubo amenazas en redes sociales... Tengo excelentes relaciones de amistad y profesionales con marroquíes con los que intercambio informaciones todos los días. Soy un privilegiado, en Marruecos hay tres periodistas en la cárcel, y los conozco a los tres. No pueden trabajar con libertad", concluye.