En Kazajistán las protestas continúan desde el domingo, con lasubida de los precios del gas licuado como detonante. Los kazajos han salido a la calle por primera vez en 30 años para pedir cambios reales en un país gobernado de forma autoritaria en el que, dicen, ha empeorado sus condiciones de vida. Las manifestaciones se han saldado con decenas de muertos, un millar de heridos y miles de detenidos. El presidente kazajo ha calificado las protestas como "actos terroristas". La Unión Europea dice que debe garantizarse la seguridad de los civiles y que la ayuda militar externa recuerda a situaciones que deben evitarse. Se refiere a los casi 4.000 soldados y al material militar enviado por Rusia y otros países de su órbita. Hoy la OTAN analiza lo que está pasando.
Informa María Carou