El virus de la pobreza se extiende por todo el país cada vez más. Decenas de miles de familias se han quedado sin trabajo y muchas se ven abocadas a recurrir a asociaciones como bancos de alimentos, Cáritas o Cruz Roja, pero están al límite. En algunos barrios están surgiendo iniciativas vecinales para ayudar a estas familias, como en el barrio madrileño de Aluche o en el de Los Bermejales, en Sevilla. En este, Patricia y su familia han puesto en marcha la iniciativa: "Hoy por ti, mañana por mi".
En Las Mañanas de RNE con Íñigo AlfonsoLas Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso hemos hablado con ella. Ayudan a unas 120 familias desde el garaje de su casa con donaciones de alimentos de los propios vecinos y vecinas del barrio. Patricia nos cuenta que allí no han tenido problemas similares pero que con la crisis sanitaria, muchas familias tienen que decidir entre "pagar el alquiler o comer". Cuentan con servicio a domicilio para todos aquellos que no puedan ir a recogerlo. El nombre de la iniciativa, señala Patricia, es literal porque le podía pasar a cualquiera y que lo importante es "dejarse ayudar". A pesar de todo, destaca que la gente se está solidarizando y se está volcando. Afirma que "esto nos va a unir y nos va a hacer más fuertes" y reclama a la clase política que "actúen más y discutan menos".
En Madrid también están actuando estas asociaciones. En el caso de Cáritas, su portavoz, Gustavo Alonso, nos cuenta que "esta situación nos ha pillado de sorpresa a todos y nos está obligando a reinventarnos" y poner en marcha diferentes iniciativas para ayudar a las personas que lo necesitan. En la capital estaban en situación de extrema fragilidad unas 900.000 personas antes de la crisis sanitaria. La solidaridad y el compromiso son importantes y pide a las administraciones respuestas más ágiles y coordinadas por parte de todos.
Cerramos este recorrido que enmarca la situación de la pobreza en España en la parroquia de Santa Anna en la ciudad condal. Hablamos con el Padre Peio, párroco de la iglesia, que está llevando a cabo una iniciativa para ayudar sobre todo a los inmigrantes en situación irregular. Laemergencia social "es cada vez más grave" y a las personas sin hogar que ya acogían y que no han recurrido a albergues por miedo al contagio, se han sumado muchas familias sin papeles, sin contratos reglados o que viven en habitaciones alquiladas precarias, que por su situación de irregularidad, no pueden recurrir a las ayudas de las administraciones. Afirma el párroco que la "crisis siempre la pagan los pobres" y pide la inmediata regularización de estas personas porque "tenemos un escenario que, si no paramos, se convertirá en conflictos sociales porque la gente está empezando a tener hambre".