Nuestro país afronta su máximo histórico de suicidios. Los últimos datos son de 2020, el año de la pandemia: casi 4.000 personas se han quitado la vida. Se trata de un aumento de más del 7 por ciento con respecto a 2019. Aumentan las muertes entre mujeres y entre las personas mayores, y en el caso de niños y adolescentes, se han triplicado los trastornos mentales. 11 personas se suicidan cada día en España, pero hay muchos casos de gente que lo intenta y que lo oculta.
María Irigoyen, psiquiatra y miembro del Observatorio sobre suicidio de la Organización Médica Colegial, ha trabajado cinco años en una consulta específica de riesgo suicida. En Las mañanas de RNE ha dicho que la sociedad está sufriendo muchísimo. "Lo sabemos por los datos de la crisis económica, pero en 2014 también había niveles altos." Asegura que el suicidio cero es imposible, porque es tan antiguo como la vida. "Pero podemos indentificarlo y prevenirlo, en grupos de apoyo, en la familia, compañeros, vecinos... Identificar el malestar, que uno se sienta libre para expresarlo y buscar ayuda."
Explica que por una parte hay una falta de recursos, pero también una falta de entendimiento. "En España hay 7.000 psiquiatras, un ratio menor a otros países europeos. Falta dinero y falta escuchar a los profesionales. Las expectativas que se generan en la sociedad no son acertadas. Podemos hacer una intervención, pero hacen falta medidas dirigidas a mejorar el bienestar mínimo de las personas. Es muy difícil ayudar a una persona que lo ha perdido todo, que no tiene nada por lo que luchar." Entre las señales de alerta destaca las propias de la depresión. "La depresión es el diagnóstico más asociado al suicidio. Hay señales como el cambio en el estilo de vida, el insomnio, la falta de apetito, el aislamiento, la falta de proyección de futuro... "