El matrimonio formado por Pierre y Danielle Le Guennec van a acudir hoy a los juzgados de Lyon, en Francia. Va a ser la tercera vez que el electricista del artista malagueño Pablo Picasso pase por el tribunal acusado de haber robado casi 300 bocetos del pintor y escultor y esconderlos durante varias décadas. Hoy el Tribunal de Apelaciones de la ciudad francesa hace pública su decisión.
Hasta llegar a este punto han pasado años de juicios contra el trabajador del artista. El electricista siempre ha mantenido que las 271 obras de Picasso, que tienen un valor de entre 70 y 100 millones de euros, fueron un regalo y que junto a su mujer las guardaron en su garaje durante 40 años. Aun así, las declaraciones del matrimonio no han sido siempre las mismas. En un primer momento, aseguraron que la supuesta donación se había producido en vida del artista y con su aprobación. Después, que fue la viuda del pintor, Jaqueline, quien les entregó las obras tras la muerte de Picasso. Según sus declaraciones, la viuda les dio varios paquetes que posiblemente eran para ocultarlos de la herencia. Posteriormente, al reclamar lo guardado, Jaqueline les regaló una bolsa con los trabajos de Picasso.
El caso se destapó cuando el electricista le pidió al hijo del artista que autentificara una parte del presunto regalo, incluido un cuaderno con 91 bocetos. La mayoría de estas obrar no están firmadas ni formaban parte del inventario de Picasso antes de su muerte.