En 2022 ardieron más de 300.000 hectáreas en España debido a los incendios producidos en verano y con la llegada de las altas temperaturas. Las mañanas de RNE pregunta a Eduardo Rojas Briales, decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, cómo se encuentran estos espacios verdes en España: "El paciente está mal en el sentido de que tenemos muchísimo monte abandonado justo en las zonas más propicias a los incendios", una situación que se ha visto aliviada gracias a las tres semanas de lluvias del mes de junio, añade.
La mitad de las hectáreas quemadas el año pasado ardieron en 54 incendios, una cifra que ha bajado, según Rojas Briales, aunque los fuegos son cada vez más devastadores: "Cada vez menos incendios nos queman todo lo que conseguimos apagar al 99% (...) Somos muy eficaces, pero estamos entrando en el agotamiento de un sistema que se basa estrictamente en la represión, es decir, en la extinción".
Para abordar esta situación el decano propone abordar un problema de fondo y gestionar el territorio con prácticas como la ganadería y la agricultura extensivas, que han desaparecido con la despoblación de los territorios.
