El volcán de la Palma encara su recta final. Es el principio del fin de la crisis volcánica que se desató en septiembre. La deformación que se registró el 19 de diciembre ha revertido en su totalidad. Así lo han confirmado desde el Instituto Geográfico Nacional. La red de estaciones permanentes en la isla muestra una reversión completa de la elevación del terreno más cerca de los centros eruptivos, y en el resto de estaciones no se observan deformaciones significativas que puedan asociarse con la actividad volcánica.
El resto de parámetros se han comportado como hasta hoy, sin tremor volcánico y ningún tipo de emisión. La imagen del volcán habla por sí sola: apagado y sin actividad. Estamos a pocas horas de conocer de manera oficial si la erupción se da por finalizada, siempre dejando claro que la emergencia continúa y no se podrán obviar los peligros asociados a la misma como los gases.