El Ministerio de Igualdad analiza el repunte de crímenes machistas en septiembre, en el que 10 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas. Para analizarlo, hoy ha convocado el Comité de crisis en el que intervendrán, además, el Ministerio de Interior, la Fiscalía y las comunidades autónomas.
Las mañanas de RNE habla sobre violencia machista, por una parte con Alba Urrutia, compañera de RNE, quien se ha desplazado hasta las oficinas del 016, el teléfono de atención a víctimas de violencia de género para conocer su funcionamiento; además, pregunta a Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas para intentar esclarecer cuál es el motivo de este incremento de asesinatos, 50 en lo que llevamos de año 2023, por lo que indica: "El dato es muy preocupante, porque de seguir así vamos a terminar una serie histórica muy lamentable en relación a otros años" y lo compara con el año 2015, que se cerró con 60 víctimas mortales.
Sobre los factores que han propiciado este ascenso de víctimas mortales, Besteiro señala al discurso negacionista instalado en las instituciones: "El discurso negacionista de la violencia de género produce un triple impacto en la víctima, en el que se incluyen la desconfianza hacia el sistema (de las 50 mujeres asesinadas este año, solo 11 habían denunciado, apenas en 22%, 2 de cada 10 víctimas mortales) e infravaloración del riesgo que corren -debido a una dependencia emocional o económica-.
Frente a ello, la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas comenta que existe un impacto social "evidente" porque se tiende a justificar la violencia de género bajo un discurso de violencia doméstica como algo inevitable y se confunde con otros tipos de violencia: "Su fundamento está en la desigualdad entre hombres y mujeres, a la suya la consideran un elemento más de su propiedad; consideran que no están cometiendo ningún crimen, acogiéndose al discurso negacionista y lo señalan como algo inventado". Y añade que el hecho de que las comunidades autónomas cuenten con competencias transferidas en materia de violencia de género no favorece al combate contra esta lacra debido a los diferentes esfuerzos que dedican los territorios.
Como conclusión, Besteiro apunta que para sensibilizar a la población, en especial a los menores -las agresiones sexuales han incrementado en más de un 40% en menores de edad- sería necesario: "Campañas diferenciadas, preventivas, deben ir dirigidas pensando en el público y en el mensaje que se quiere lanzar y es prioritario que se haga para los jóvenes (...) y la gran medida preventiva que es la educación".