Anabel Suso, directora de Innovación de Políticas Públicas, explica porqué las zonas rurales son reacias al proceso de transición ecológica.
Hoy, muchos de los agricultores que están saliendo a las calles protestan contra el pacto verde y el impacto de las políticas medioambientales de la Unión Europea. En Las Mañanas RNE hablamos con Anabel Suso, directora de Innovación de Políticas Públicas en Red2Red y autora del informe: "La percepción social sobre la transición ecológica y energética en España" que ante las movilizaciones de estos días merece una relectura.
El estudio refleja que crece la mirada negativa en las áreas rurales y en los mayores de 50 años sobre el proceso de transición ecológica y energética. Una de las variables en las que se basa el informe es el territorio. En el ámbito rural, hay un consenso general en cuanto a la "percepción de la existencia del cambio climático" pero más reticencia a la hora de aceptar la transición ecológica. Una percepción que, según Suso, tienen mucho que ver, por un lado, con la desinformación: “La población no acaba de entender y percibir lo que supone este proceso de transición ecológica y lo que implican las medidas. Qué riesgos tienen y cómo pueden afectar a la población”. Esta desinformación puede generar "actitudes de carácter negativo y de resistencia a la adopción de cambios”.
Suso afirma que la transición ecológica lleva consigo riesgos y focos de conflictividad o "conflicto social con costes económicos”, por ejemplo cómo afectarán los cambios al empleo de muchas personas. Llevar a cabo una transición ecológica justa, sin una brecha social, es el reto que tienen las administraciones, asegura esta investigadora.