El 8 de enero de 1982, la escultora colombiana Feliza Bursztyn murió en un restaurante de París. Tenía cuarenta y ocho años. En el momento de su muerte la acompañaban su marido y cuatro amigos. Uno de ellos, el escritor Gabriel García Márquez, publicó días después un artículo que incluía tres palabras en apariencia simples: Murió de tristeza. Ese fue el punto de partida para crear Los nombres de Feliza del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez. El autor, Premio Alfaguara de novela en 2011 con El ruido de las cosas al caer, funde la autobiografía, la realidad y la imaginación para crear una obra desgarradora sobre cómo la vida íntima de un ser humano se ve inevitablemente arrollada por las fuerzas de la historia y la política.
Abrimos y leemos Los nombre de Feliza del gran Juan Gabriel Vásquez