¿Qué tal duermes? ¿Cuánto duermes? Hay que dormir y hay que dormir bien. Es lo que le recomienda Marco Cornelio Frontón, un influyente orador del siglo II dC a su discípulo, el emperador Marco Aurelio en una de las cartas, la 155, un Elogio del Sueño. Se han conservado las cartas de Frontón a sus discípulos, los emperadores Marco Aurelio y Lucio Vero, y alguna de los dos emperadores, un testimonio impagable. Su relación más notable fue con Marco Aurelio, a quien aconsejaba un descanso adecuado para mantener tanto la salud física como mental. Nos centramos en esta larga carta en la que Frontón insta a Marco Aurelio a dormir más, porque no hace más que trabajar, no tiene ningún escape de ocio y necesita, le dice, recargar energías y dedicar tiempo al descanso.
Hay una avalancha de publicaciones recientes que resaltan que el sueño es una función biológica esencial que influye en casi todos los sistemas del cuerpo, desde el cerebro hasta el sistema inmunológico, y su deficiencia puede tener efectos adversos significativos en nuestra salud. Ya Frontón hace 1800 años subraya la necesidad de dormir, y de equilibrar el cuidado del cuerpo y la mente. Nos recuerda que el bienestar físico es esencial para poder dedicarnos plenamente a nuestras responsabilidades y reflexiones. La mejor autoayuda son los clásicos grecolatinos. Los clásicos son para la vida.
Como no hay nada más moderno que los clásicos, les ponemos música actual. La banda sonora del Elogio del Sueño de Frontón está compuesta por: “Dream, dream, dream” por The Everly brotheres; “Sogno” de Andrea Bocelli; “Dream a little dream” por Doris Day y “Les yeux noirs” por Django Reinhardt y Pomplamoose