La verdadera medida del tiempo es en amor, es lo que hemos amado.
Nos lo enseña el poeta latino Catulo en los versos eternos dirigidos a su amante Lesbia, hallamos el palpitar desenfrenado de un amor que desafía el tiempo y la convención. Catulo, con su alma poética desnuda, se consume en el deseo de un amor tanto eterno como efímero. A través de sus palabras, invoca a los dioses, buscando en ellos el aval para que la promesa de amor perdurable entre él y Lesbia se convierta en una verdad inquebrantable. Este anhelo por un sentimiento inmortal, en contraste con la naturaleza cambiante de las pasiones humanas, teje el conflicto central de su obra: la lucha entre el ideal de un amor eterno y la realidad de un corazón humano, siempre en flujo.
La obra de Catulo no solo refleja la complejidad de sus sentimientos amorosos, oscilando entre la pasión ardiente y el desdén amargo, sino que también marca un hito en la literatura por su profunda humanidad y su búsqueda de la autenticidad emocional. Catulo, maestro de la brevedad poética, captura la esencia del amor y del desamor, del éxtasis y del tormento, en versos que resuenan con una intensidad emocional atemporal. Su poesía, una mezcla de crudeza y refinamiento, de sencillez y complejidad, sigue vibrando en el corazón de la tradición poética occidental, inspirando a generaciones de poetas y amantes de la literatura a explorar los abismos y las cumbres del sentimiento humano.
Catulo nos enseña que la verdadera medida del tiempo es la medida en amor, en esos momentos preciosos que, aunque fugaces, forjan la eternidad de nuestras almas.
Como no hay nada más moderno que los clásicos grecolatinos, los interpretamos con música actual. La banda sonora de los poemas de amor de Catulo a Lesbia está formada por: “I Will always love you” de Whitney Houston; “Seasons of love” del musical Rent, por Jonathan Larson; “The wind” de Cat Stevens; “Crying, laughing, loving, lying” de Labi Siffre