La envidia es uno de los sentimientos más corrosivos, porque en lugar de centrarse en lo que uno tiene o puede lograr, fija toda la atención en lo que poseen los demás. Los clásicos nos advierten de que la envidia es una fuerza autodestructiva, porque no solo nos aleja de los demás, sino que, al estar cegados por lo que deseamos de los otros y nunca satisfechos con lo propio, se genera resentimiento y una sensación constante de descontento, de infelicidad.
La envidia es un veneno silencioso que te amarga la vida y te roba la felicidad. Ovidio lo cuenta de forma magistral en el mito de la Envidia en esa obra maravillosa que es Las Metamorfosis. La lección del mito es clara: la envidia no solo destruye nuestras relaciones, sino que también nos destruye a nosotros mismos.
Como no hay nada más actual que los clásicos grecolatinos, les ponemos música moderna. La banda sonora de este mito de la Envidia está compuesta por: "You’re So Vain" de Carly Simon, "Jealous Guy" de John Lennon, y "No Ordinary Love" de Sade.