Esta noche, sobre el fragor de lo que sucede en la Franja de Gaza, superponemos un espacio titulado “Palestina: paralelismos y paradojas”, inspirándonos en el libro de conversaciones sobre música, cultura y sociedad del músico judío israelí Daniel Barenboim y del escritor y ensayista árabe palestino Edward Said, dos grandes amigos y una visión coincidente, integral y armoniosa sobre esa tierra común, que escribieron después de fundar la espléndida West-Eastern Orchestra, formada por músicos israelíes y palestinos, una iniciativa en busca del encuentro a través de la música, "la mejor arma de construcción masiva", como la definió Barenboim en 2006 con motivo del concierto que dieron en Ramallah. Yendo a la aterradora actualidad, el ataque de Hamas, terroristas islámicos que no representan al pueblo palestino, es atroz e injustificable; la desproporcionada respuesta de Israel bombardeando indiscriminadamente la franja de Gaza y a la población civil que huye despavorida por la más que probable invasión, también. Tras tantos años de incumplimiento culpable por parte de Israel de las Resoluciones de la ONU parece irrealizable el mandato internacional de un Estado palestino y el deterioro y tensión de la vida cotidiana en los territorios ocupados conduce a la desesperación y desesperanza. Al final los intereses geopolíticos y los poderes fácticos hacen de todo una mascarada que perjudica a la población civil de ambos lados y, sobre todo, condena al pueblo palestino al peor de los destinos, como expresa el título de la soberbia canción "Maskhara" del músico palestino Bashar Murad. Arrancamos nuestro viaje sónico en los Altos del Golán sirios, ocupados por Israel desde la guerra de 1967, con el vibrante sonido de Tootard y su álbum "Laissez passer" que reivindica una región histórica libre, cosmopolita y abierta en la que no existían las fronteras, ni los innumerables muros de hormigón de nueve metros, ni las ametralladoras, como también nos recuerda la artista palestina nacida en Nazaret Haya Zaatry en su disco "Rahawan". La cantante Nai Barghouti publicó en 2021 el álbum "Raj'een" (Estamos de vuelta) cuando las autoridades israelíes confiscaron las casas de los árabes en Jerusalén Este y hubo movilizaciones populares para evitarlo, un homenaje a todos los palestinos que sufrieron la llamada “Nakba” (Catástrofe), cuando perdieron sus hogares y sus medios de vida tras la victoria de Israel en la guerra de 1948. Lo mismo advierte el soberbio pianista de jazz Faraj Suleiman en "Mountain St.", sobre el desplazamiento de la población palestina de su ciudad nativa, Haifa. Terez Sliman, talentosa cantante nacida en Haifa y que vive fuera del país aborda en “When the waves”, con letras poéticas, las emociones y sensaciones del desarraigo, algunas íntimas y otras relacionadas con el coraje para sobreponerse a las dificultades que plantea la dramática situación en la que vive el pueblo palestino, tanto los cinco millones que viven en la región como los otros cinco millones de la diáspora, desperdigados por el mundo y sin esperanza ni medios para volver. Los peligros y la vida en los territorios ocupados los denuncian los mismos israelíes, entre ellos el cantante de rock Zhar Ashdot, cuya canción, "A matter of habit" de 2012, que recogía testimonios de soldados sobre lo fácil que resulta acostumbrarse a apretar el gatillo fue prohibida en la radio israelí por atentar contra el prestigio del ejército, o el igualmente valiente y demoledor documental de Avi Mograbi (que podéis ver en Filmin) “Los primeros 54 años. Manual abreviado de la ocupación militar” (2021) en el que se describe la apropiación de los territorios con la creación se asentamientos de colonos, la desconexión entre las poblaciones, los hogares y las tierras de cultivo, el hostigamiento a la población y, en definitiva, la lenta destrucción del equilibrio psicológico de las personas, del tejido social y económico, buscando la desmoralización colectiva. Las voces más aguerridas e incendiarias son las de los grupos de hip hop y sus videos virales como DAM (duradero en árabe) que se hicieron famosos en 2001 con la canción "Min Erhabi? Who is the terrorist" o el más joven ,The Synaptik. El otro gran grupo que proyecta internacionalmente la causa palestina con su "shampstep" o combinación del shaabi con el rock y la electrónica es 47 Soul, cuyo nombre en inglés se traduce por “Espíritu o alma del 47” ese momento histórico en el que parecía posible el cumplimiento de la Resolución 181 de las Naciones Unidas que ordenaba el establecimiento de dos Estados independientes, Palestina e Israel, con la ciudad de Jerusalén administrada internacionalmente. Que las víctimas del holocausto nazi en la segunda guerra mundial puedan convertirse en verdugos de la nación palestina es algo totalmente incomprensible y dice algo descorazonador sobre la naturaleza humana y el porvenir de la civilización.
LISTA DE CANCIONES
1-Toot Ard - “Laissez passer” (3’54”)
2-West-Eastern Divan Orchestra – “IV. Allegro Presto Sinfonía nº 5 en Do menor, Opus 67” (8’25”)
3-Haya Zaatry – “Alouli” (4’16")
4-Nai Barghouti – “Raj’een” (3’55”)
5-Terez Sliman – “Hunger” (3’52”)
6-Zhar Ashdot- “A matter of habit” (4’59”)
7-Bashar Murad – “Maskhara” (3’24”)
8-Faraj Suleiman – “Mountain St.” (3’48”)
9-The Sypnatik & Felukah - “Allaya’teek”3’21”
10 -DAM – “Prozac” (4’21”)
11-47 Soul c/Shaida Mansour y Fedzilla – “Border Control”4’14”
