El padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, ha contado en el Informativo Local de Madrid, que se avecina una situación complicada: “Lo que nos toca ahora es salvar vidas. Por los datos que nos siguen dando de fallecimientos y de contagios, la situación tiene muy mala pinta. Pero tiene la buena pinta de que nos estamos concienciando.”
A pesar de la situación intenta dar un mensaje de esperanza: “Hay que ser realistas, estas enfermedades no son un juego, pero hay que tener esperanza y luchar.” Cuenta que las demandas de gente que pide comida no se han reducido y que de hecho, cada día aumentan más. La parte positiva, explica, es que tanto las autoridades como la sociedad empiezan a reconocer la situación. Porque en España, concluye: “Hay pobreza y hay hambre.”
Desde la despensa solidaria de Carabanchel reparten 200 cestas semanalmente. Desde que empezó la pandemia el número no ha disminuido. De hecho, tienen una lista de 247 familias. De ellas, 52 están en lista de espera. Cuando una se da de baja, atienden a otra. Se organizan con el apoyo de vecinos y comercios que les proporcionan alimentos. Las mismas personas que necesitan esos productos, se encargan de organizarlos y repartirlos.
Yelena Sevich, que forma parte de la organización, explica que la lista de espera no baja: “Pensábamos que con el ingreso mínimo vital íbamos a poder dejar actividad, que se iba a estar mucho mejor. Pero no ha bajado el número de peticiones y constantemente tenemos lista de espera de 50 personas.”