6.618 personas murieron intentando huir de sus países a bordo de inestables embarcaciones. De ellas, 6.000 fallecieron en la ruta canaria, la más letal del mundo. Son datos reportados por el Colectivo Caminando Fronteras. Hablamos con su fundadora, Helena Maleno: "No se prioriza el derecho a la vida (...) Se pueden tomar medidas para parar esta masacre y se pueden tomar ya. Una cosa es el control migratorio y otra es la defensa del derecho a la vida". El pasado año, aumentaron las embarcaciones procedentes de Senegal, en las que entre un 20 y 30% de los ocupantes eran niños y/o adolescentes. Ahora, el número de salidas ha aumentado desde Mauritania: "Cayucos de personas que huyen del Sahel, de la inestabilidad política y del impacto del cambio climático".
Y denuncia que la criminalización para organizaciones como la suya es cada vez mayor: "No se reportan nuestras alertas, no se tiene en cuenta nuestra información, no se nos respeta".