Los funcionarios de prisiones continúan hoy con sus protestas. Lo hacen frente a centros penitenciarios de Barcelona, Lleida y Tarragona. El detonante: el asesinato, la semana pasada, de una cocinera en la prisión de Tarragona a manos de un preso, que después se suicidó. Una inseguridad que los trabajadores de prisiones de Cataluña llevan tiempo denunciando y ante la que exigen la dimisión de la consellera de Justicia, Gemma Ubasart. Hablamos con Alberto Gómez, coordinador de CSIF Presons, que asegura que Ubasart "no es una interlocutora válida: ha demostrado un desconocimiento total del sistema, falta de empatía hacia su palntailla, no sabe cuál es el día a día en prisión". "Llevamos denunciando desde 2016 el incremento de las agresiones", recuerda, e insiste en que la plantilla está muy envejecida y faltan recursos humanos, algo que en su trabajo "es peligroso". Y añade: "No somos reconocidos como agentes de autoridad.
Todo esto crea una sensación de impunidad en parte de la población penitenciaria, porque no tienen miedo al castigo. Falla la política penitenciaria".