La moto, tanto en su versión eléctrica como de combustión, parece ser el aliado perfecto para mejorar la movilidad en las zonas urbanas, generando menos emisiones, desahogando las calles y evitando atascos, que al final lo que generan son más emisiones, tensiones, estrés y prisas por recuperar el tiempo perdido.
La moto es peligrosa y muy vulnerable. No es un secreto. Pero los datos de 2022 de la DGT, sin embargo, señalan un descenso del 5% en las víctimas vulnerables, especialmente los motoristas, 35 menos que en 2019, y por el contrario un crecimiento del 10% en los fallecidos que viajaban en turismo.
Hablamos con José Mª Riaño, secretario general de ANESDOR la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas, y con Orestes F Serrano, de la Fundación Española para la Seguridad Vial -FESVIAL