En nuestro país cerca de 6 millones de personas -una de cada siete- padecen diabetes, una enfermedad infradiagnosticada en muchos casos. España cuenta con la segunda tasa más alta de Europa. Más del 90% de los casos son de Tipo 2 -la más común y donde las células no responden a la insulina y consumen menos azúcar-. El 10% restante es de Tipo 1, -en la que el páncreas no produce insulina-. Esta es la que padece Sonia desde hace 15 años. Tiene 47 y le apareció en el embarazo de sus dos hijos. Nos cuenta que la diabetes le cambió la vida y supuso un trauma para ella. Con el paso de los años su calidad de vida ha ido mejorando, sobre todo, con la llegada de las nuevas tecnologías. Ahora se mide con sensores, que ayudan a controlar su curva de subidas y bajadas. Lo que ocurre es que se siente esclava de la medición de sus niveles de glucosa en sangre. Lo hace para tener un control total de su día a día y para saber cómo actuar en cada momento. Ahora se enfrenta a un problema, la falta de sensores. Hasta la semana que viene no le llegan y ha vuelto a medirse con las tradicionales lancetas.
Ocurre lo mismo con determinados medicamentos destinados a pacientes con diabetes tipo 2. Escasean en el Sistema Nacional de Salud. Esto lo denuncia la Sociedad Española de Diabetes. El doctor y presidente del organismo, Antonio Pérez, remarca que esto tiene consecuencias sobre la Sanidad Pública y sobre el propio paciente. Otro de los problemas a resolver es la prevalencia de la enfermedad, que cada vez se detecta a edades más tempranas. Lo positivo: los nuevos medicamentos y los avances tecnológicos que están ayudando a mejorar la calidad de vida de los enfermos.