Cuando arrancó el mileno, el dólar representaba más del 70% de las reservas en moneda extranjera de los bancos centrales del mundo, según datos del FMI. La cifra más actualizada muestra que ya no llega ni al 60%. Sin embargo, el yuan, que se presenta como posible alternativa, aunque ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años, representa sólo el 3% del total.
China está tratando de internacionalizar su moneda, pero está encontrando formas alternativas, dado que un proceso rápido le llevaría a perder el control de la divisa. El proceso parece acelerarse a jucio de lo expresado últimamente en algunos acontecimientos. Por ejemplo, en la última visita del presidente Xi Jimping a Rusia, el presidente Vladimir Putin le dijo al mandatario chino que estaba dispuesto a comerciar en yuanes con países del resto de Asia así como los africanos y los de América latina.
El proceso es lento y parece complicado, según los expertos consultados, que sea rápido y, si lo es, pacífico. El dólar sigue siendo la moneda dominante y da grandes ventajas a Estados Unidos.