"Lo que hace de la quinta Sinfonía una obra maestra no es simplemente el famoso motivo inicial de cuatro notas, sino cómo ese pequeño fragmento musical es transformado, desarrollado y reinterpretado a lo largo de toda la obra".

"Descubría así a mis ocho añitos, de forma directamente oral y de una tradición rural todavía viva, una riqueza que iba a ser la razón de mi vida a partir de entonces y la principal fuente de emociones y satisfacciones".