Mariana de Pineda (Granada 1804-1831) es perseguida por sus ideas antimonárquicas y liberales. Mariana no se somete a las convenciones sociales de su tiempo, y por ello es doblemente transgresora. Pero no es una heroína, es una mujer de carne y hueso, una mujer excepcional, una madre preocupada -ante la inminencia de su ejecución- por el futuro de sus hijos.
Mariana es una mujer con valores tales como la libertad, la lealtad y el progreso. Una mujer que cree en el amor cuando todo se derrumba a su alrededor. No es una delatora y ese es, tal vez, es su mayor legado .
Mariana de Pineda es un personaje real: una mujer fuerte, valiente y carismática. Y un símbolo de la libertad, de la lucha contra la injusticia, y del papel de las mujeres en las reivindicaciones progresistas. Mariana encarna los valores que la sociedad del Siglo XXI no puede permitirse el lujo de perder.