En el Renacimiento y en los largos años de la Edad Media, la población de Europa era una población nómada, una población en movimiento.Oleadas de invasores del norte o continuas incursiones de los pueblos del Islam recorren Europa. Los navegantes del mediterráneo y los
del norte de Europa llegaban a todas las costas. Los reyes y poderosos cabalgaban con sus séquitos permanentemente, de uno a otro de sus dominios. Los campesinos, huyendo de la pobreza de su aldea escapaban a la aventura, pasando a ser toda su vida extranjeros en tierras
desconocidas. Artesanos, músicos, soldados, monjes, príncipes y obispos, todos en movimiento recorrían una Europa con grandes lagunas de población, con extensos territorios despoblados. Este era el mundo y el tiempo de las peregrinaciones medievales. Jerusalén, Belén, Santiago, Roma, Rocamador, Montserrat, Canterbury, Castrojeriz, Vila Sirga...siempre había un lugar hacia donde dirigir los pasos en peregrinación. Y hoy tendremos un programa de músicas peregrinas,
músicas para el peregrinaje.