La mayor parte de la música que solemos escuchar en este espacio se hace tañendo instrumentos. Estos instrumentos han sido construidos después de una ardua investigación, por algún luthier o constructor que ha tratado de copiar fielmente un instrumento original conservado en algún museo o a veces incluso, simplemente valiéndose de una miniatura de un códice medieval o una talla o escultura de piedra del pórtico de alguna iglesia románica.
A pesar del trabajo ingente que ello conlleva, muy a menudo los constructores de los instrumentos, los actuales y aquellos que fabricaron los instrumentos originales en los tiempos antiguos, quedan olvidados. Hoy vamos a acercarnos a estos constructores, a estas personas que gracias a su labor reconstruyen el pasado y consiguen darle voz a lo que había quedado silenciado por el tiempo o mudo entre las piedras.