Evocamos el ambiente del mítico local baile y música de la Habana dorada, el Club Social Buenavista con un son montuno "Chan chan", de Compay Segundo y "El Carretero", una guajira de Guillermo Portabales.
Antes de morir, el padre de Heitor Villa-lobos le mandó construir un violonchelo adaptado a las dimensiones de un niño. Con el tiempo, aquel niño se convirtió en la figura más importante de la música brasileña del siglo XX. Seleccionamos un fragmento de su primer Concierto para violonchelo y orquesta.
Tesoro colonial: "Cánite pláudite", anónimo del barroco misional boliviano.
Del compositor uruguayo del siglo XX Jaurés Lamarque-Pons, escuchamos su Sonatina para guitarra.
Concluimos con la voz de la mezzosoprano Alicia Naffé en compañía de la pianista Carmen Piazzini, interpretando una selección de las Canciones populares argentinas, el Op. 10, de Alberto Ginastera.