El Bach casero, hogareño, que sentía la responsabilidad detransmitir el don de la Música a sus 10 hijos e hijas (10 sobrevivieron a la infancia, otros 10 fallecieron muy pequeñitos) y a su amada jovencísima segunda esposa, Anna Magdalena Wilcken, que era una excelente soprano en la corte.
Contamos cómo se conocieron (Köthen, 1721) unos meses después de la muerte repentina de María Bárbara (julio de 1720). Contamos cómo se casaron, y lo ilustramos con las cantatas de aquellos días: Cantata 199 (aria "Qué alegre está mi corazón") y Cantata 202 (aria "Partid, sombras afligidas").
Allí en Köthen Bach le regala a Anna el primer Libro de Notas, con las cinco Suites Francesas (escuchamos una Giga y un Minueto) y alguna pieza más.
Contamos cómo se trasladan de Köthen a Leipzig con toda la familia numerosa (porque el príncipe Leopoldo se casó con su prima Federica, y ella se aburría con la música de Bach). Allí en Leipzig, ya instalados y bien pagados, Bach le regala a su amada el segundo libro, el famoso: el Álbum de Anna Magdalena Bach.
Escuchamos algunas de las piezas que mete en el Álbum, que va a crecer con los años: el famoso Minueto de Petzold, el otro Minueto en Sol mayor, la Mussette, "Les Bergeries" de Louis Couperin, una Marcha y una Polonesa del jovencito Carl Philipp Bach, el Minueto en Re menor (que tal vez recuerda los días en que se conocieron, porque comparte tema con la Cantata 199, aria "Suspiros silenciosos, lamentos silenciosos").
Y escuchamos piezas vocales: el coral "Dir, Dir, Jehova", el aria "Si tu corazón quieres darme, hazlo secretamente" (que tal vez retrata ¿su noviazgo?), y arias sobre la famosa "dulce muerte", una constante que latía en el corazón de Bach, quien -como Mahler- convivía con la muerte de muuuchos seres queridos desde los 9 años.
Acabamos con la canción más conocida del Álbum: "Bist du bei mir" (arreglo del Diomedes de Stölzel). Su texto es su testamento para aquella relación cuyos detalles no conocemos pero podemos intuir: "Permanece conmigo y me iré gozoso a la muerte y a mi reposo. Cuán alegre sería mi final si quisieras que tus hermosas manos cerraran mis ojos".