Continuamos, en vista del exitazo de las Cantatas de Bach. Cantata 201 "de Febo y Pan": en el primer número, el coro increpa a los "vientos turbulentos" y les dice que se apacigüen y se retiren a sus antros.
Cantata 208 "de Caza". En el Aria nº4, el enamorado Endimión reprocha a Diana que no se someta a "las redes que tiende Amor". Bach presenta el amor como "redes" y "lazos" que padece un "preso". Y para simbolizar este amor/prisión, recurre a un ostinato (diseño musical obstinado) en el bajo, del que no puedes escaparte.
Cantata 207: felicitación al Doctor Korrte por ganar su cátedra de Derecho en Leipzig. El coro final es una aclamación grandiosa.
Cantata 156: la famosa Sinfonía inicial, con su inmortal melodía del oboe, anticipando la serenidad ante la muerte, porque el texto dirá: "Estoy con un pie en la sepultura".
Releemos ese pasaje del Demian de Hermann Hesse, en que Sinclair queda transfigurado cuando escucha a Pistorius tocar a Bach, y con esto preparamos el ambiente para la Cantata 106, "Actus Tragicus": en el inicio (la Sonatina), las dos flautas de pico nos confortan otra vez ante la muerte, como un eco bastante incorpóreo.
Y más sobre la muerte (perdón, que parece el programa del Halloween): la Cantata 95, donde el Aria del tenor dice: "Haz sonar, hora bendita, la última campanada", y Bach hace resonar el tic-tac de mil relojes.
Cantata 29: su Sinfonía se basa en la Partita 1006 para violín, pero ahora para órgano y orquesta.
Cantata 182, para el Domingo de Ramos: Bach no hace una aclamación popular, exterior, para el Mesías que entra en Jerusalén, sino una especie de aclamación íntima, silenciosa, muy callada.
Cantata 130: San Miguel Arcángel como ángel guerrero contra los ángeles dark, entre los aleteos luminosos que dibuja Bach con la orquesta, y entre fanfarrias de luz.
Y acabamos angélicos (luis-angélicos) con música contemporánea: la compositora ucraniana Galina Grigorjeva y su Paradisum para coro. Felices conexiones angélicas esta semana, queridos-as.