Nos acercamos a la figura de Clara Wieck-Schumann, famosísima como pianista en su tiempo (1819-1896), y compositora muy dotada y muy expresiva. Pero ella misma se auto-flagelaba al compararse con su esposo Robert Schumann (hablando de su Trío en Sol menor), porque decía que su música era "sentimental" y "afeminada" (ya ves tú...). Compuso desde muy niña (Polonesa opus 1). Tocaba a los 12 años las Variaciones sobre "La ci darem la mano" de Chopin. Uno de sus Valses Románticos lo tomó Schumann para el Carnaval opus 9. Repasamos su Concierto para piano y orquesta, en el que todos los temas parten de un mismo núcleo. El Concierto recorre y espremonición de la tragedia, las tribulaciones que padecieron ella y Robert con su padre Friedrich Wieck. Tiene muchas influencias de Chopin. Repasamos su canción Loreley, según un análisis estupendo que hace nuestra compañera Rita López Panach. Su obra inconclusa, un segundo Concierto para piano y orquesta, es su mejor símbolo: talento inconcluso, destino inconcluso... pero poderío y firmeza de carácter. Olé.