Paul Hindemith, símbolo del gran compositor víctima de dos totalitarismos: el de Hitler y el de los súper-híper-mega-"modernos" de Darmstadt. Pero ¿se puede ser moderno y hacer música que suene?... El "Matías" lo compuso en 1934, en pleno auge de los nazis. Hindemith proyecta sus zozobras morales/políticas en el pintor del siglo XVI Mathis Grünewald, quien a su vez las había proyectado en un retablo desconcertante, poblado de monstruos atroces, y en el que hasta los tres ángeles tienen sombras expresionistas e inquietantes. Los tres temas/ángel en la Sinfonía. El lúgubre Entierro. "Las tentaciones de San Antonio", con una de las interrogaciones más lóbregas del mundo sinfónico. El tema de los castigos. La seducción de Úrsula y el tema del ergotismo. La fuga desenfrenada en torno al gregoriano "Lauda Sion Salvatorem". El Aleluya. Hindemith ¿se hace ermitaño, como San Pablo el Egipcio? ¿Ermitaño político? ¿Ermitaño estético?...