Felices Fiestas, queridas amigas, queridos amigos. El cine trata la Navidad desde diferentes y contradictorios ángulos. Empezamos con la primera Navidad, la del Mesías Niño, Jesús en el pesebre, con la estrella de Belén y la adoración: Ben-Hur (1959), música de Miklos Rosza. La Navidad como protagonista milagrosa, que opera un cambio en el corazón del personaje: Qué bello es vivir (1946), música de Dimitri Tiomkin; Cuento de Navidad (1951) según el clásico de Dickens, música de Richard Addinsell. La Navidad como fondo alegre de gente sin problemas: Hollyday Inn (1942), música de Irving Berlin, aunque ofrecemos el "White Christmas" en versión jazzeada de Eva Celia e Indra Lesmana. La Navidad como fondo dramático de desazón amorosa: Los paraguas de Cherburgo (1964), música de Michel Legrand. Como fondo trágicamente irónico de almas despiadadas: El león en invierno (1968), música de John Barry. Más trágico todavía ese contraste de alegres navidades frente a racismos, intolerancias, violencias en Crash (2006), música de Mark Isham. Y frente a asesinatos atroces: la saga El Padrino. El tópico de la Navidad en las trincheras, con la locura de la guerra como contraste: En la línea de ataque (1992), otra vez de Mark Isham. En fin, no sigamos por ahí y den gracias a que hoy no ponemos Navidades gores de vampiros y zombies... La peli Lo imposible (2012), música de Fernando Velázquez, también sucede en Navidades: aquel terrible tsunami en Tailandia se contrapone a la paz, el sabor familiar e indestructible del tema principal, y ojalá que también de ¡nuestras vidas!. En fin, felices cenas, comidas, reencuentros de Navidad, felices tensiones en la mesa con los suegros, las cuñadas, el jefe... Volvemos a Miklos Rosza y la sempiterna Navidad original: Rey de Reyes