Con su impetuoso solo de violín en películas y en anuncios y hasta en "covers" de heavy metal, el Verano de Vivaldi (1725) se ha insertado con plenitud en nuestro "paisaje" cotidiano. ¿Por qué parece tan triste el primer movimiento?... Bueno, hay un argumento, una descripción del sopor, el cuco y el jilguero, el ondulado céfiro, la dramática tormenta boreal y el llanto del hortelano tras los destrozos. Hay siesta y moscones en el segundo movimiento. Y hay esa fiera tronada en el tercer movimiento que sacude nuestros cimientos. Escuchamos la contrastante versión del Praeteritum Ensemble. Vivaldi anticipa el "Sturm und Drang" (otra muestra: el aria de Griselda, por Cecilia Bartoli), y la tormenta de Haydn en Las Estaciones, tormenta física y espiritual. Saltamos a Las Estaciones de Chaikovski, con su Barcarolla de Junio. Y avanzamos a la hermosísima Pastoral de Estío de Honegger, para cerrar con el Verano de las Estaciones Porteñas de Piazzolla mientras anunciamos el súper Simposio "Música y Significado" que tendrá lugar a finales de julio en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Cuenca. Están ustedes invitados (más información en nuestro perfil de Facebook).