Aelius Antonius Nebrissensis grammaticus, tal y como su alias literario nos indica, “debelador de la barbarie”, campeón de los logros filológicos, ejercitó su genio en el mundo de los claustros en las universidades de Salamanca, Bolonia y Alcalá de Henares. Sabios, miembros de la Corte y ávidos estudiantes formaron parte de su itinerario y contribuyeron a acentuar su desmesurada pasión por adquirir sabiduría. En este capítulo le acompañaremos en su batalla por hacer de la curiosidad intelectual un arma contra la ignorancia.
Junto a nosotros están dos apasionados de la figura de Nebrija y firmes defensores del papel que el amor por el saber juega en el desarrollo social: el presidente del Consejo Rector de la Universidad Nebrija y presidente de la Fundación Antonio de Nebrija, Manuel A. Villa-Cellino Torre, y el rector de la Universidad Nebrija y presidente de la Comisión Interadministrativa V Centenario de Antonio de Nebrija, José Muñiz Fernández.