-Soy Joaquín Pérez Azaústre y esto es No eran molinos, el podcast de Clásicos de Literatura Española de Radio Nacional. Hoy viviremos, junto a Antonio Machado, su largo recorrido de poeta andador, hondo de emociones y vivencias de una interioridad que vuela alto, de Sevilla a Collioure. Hablamos de un camino que ha marcado el rumbo de la poesía española. Así, visitaremos la primera Sevilla deslumbrante en la que madura el limonero, pero también andaremos la oscuridad cortante y espectral de las madrugadas madrileñas de su juventud, con humo de cigarros y cafés cantantes, donde salta la risa y esa fraternidad del modernismo con los cómplices que luego encarnarán la poesía por venir: Francisco Villaespesa, Valle-Inclán, y Juan Ramón Jiménez. También su hermano Manuel, que antes y después seguirá siendo el gran compañero en la literatura y en la vida que un creador necesita, ese espejo móvil con vértigo de abismo y escritura hermana, a veces casi en paralelo. Antonio Machado, de Madrid a París; pero luego volviendo al centro de sí mismo en Soria, donde el poeta pedirá para Leonor otro milagro de la primavera. Antonio, el poeta hombre que siempre va conmigo, que siempre va contigo, que pasea en la tarde demorada en Baeza y también en Segovia, antes de que el relámpago del frío se decida a partir España en dos.
Por mucho que valga un hombre, nunca tendrá mayor valor que ser un hombre, nos dirá. Juan de Mairena y su paso cansado hacia el exilio, con la vida talada al cruzar la frontera. Sus últimos paseos con su hermano José, poco antes del final. Y Esos días azules y ese sol de la infancia en las playas doradas de Collioure, justo cuando se ven los últimos delfines sobre el mar