Don Alonso viene desde Olmedo con ese fulgor joven en los ojos que sabe vislumbrar cuanta belleza nos aguarda en el mundo. Don Alonso atraviesa la feria de Medina acompañado de su sirviente, Tello, con la curiosidad de quien de quien camina impulsado por sus descubrimientos, porque toda la vida se le ofrece con su corporeidad, convertido en un rey de los sentidos cuando descubre aromas y texturas, sabores y sonidos diferentes en la feria de ganado de Medina. Todo es gozo y es observación: pero la experiencia de atisbar, de tocar unas piezas en los puestos de frutas y verduras, de ir reconociendo los olores de algunos de los guisos que ofrecen las tabernas, se convierte en destello al ver a doña Inés. Es entonces cuando don Alonso decide acudir a una alcahueta del lugar, llamada Fabia, a la que entrega una carta para doña Inés. Bienvenidos a El caballero de Olmedo, una de las obras más famosas y exitosas de nuestro Fénix de los Ingenios, el gran Lope de Vega. Escrita probablemente en los años que median entre 1620 y 1625, se basa en una cancioncilla popular: un recurso nada ajeno a la producción dramática anterior de Lope de Vega. La coplilla dice así: Que de noche le mataron / al Caballero, / la gala de Medina, / la flor de Olmedo. ¿Tragedia, o comedia? Mejor, tragicomedia, con ese coro al fondo frente al desenlace malhadado de su protagonista, con un destino funesto que parece cernirse sobre el amante. Pero también podremos advertir, en Lope, su voz romántica.
No eran molinos. Clásicos de la literatura española
El caballero de Olmedo, de Lope de Vega
22/03/2024
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