La Tragicomedia de Calisto y Melibea, de Fernando de Rojas, siempre se ha conocido como La Celestina. Su escritura se rastrea a finales del siglo XV, a lo largo del reinado de los Reyes Católicos. Sin embargo, su popularización tendrá lugar en el siglo XVI y se mantendrá en el tiempo. La Celestina es nuestra comedia humanística más genuina por la mezcla de tema romántico e intención didáctica, las líneas perfectas de sus personajes, convertidos ahora en arquetipos, los diálogos tan creíbles, palpitantes, dentro de esos hombres y mujeres que nos miran y hablan, y su origen letrado. Todo es sensorial en La Celestina, todo es llama viva que calienta, alumbra y quema. ¿Es comedia, o es drama? Es tragicomedia, y en esa piedra de toque, magmática para la literatura española y universal, se bifurca el caudal dentro de esos dos cauces, o géneros, en los que tanto influirá. Sin embargo, más allá de que ni el drama, ni la comedia, podrán volver a recorrerse como si La Celestina no existiera, asistimos, en la Tragicomedia de Calisto y Melibea, a su refundición en un género nuevo, el celestinesco, con obras que serán concebidas desde su argumento, su propia acción o sus mismos personajes, como en esas atmósferas que serán llamadas celestinescas, tanto en novelas como en comedias, tengan o no que ver con La Celestina. Bienvenidos a esta fiesta de la modernidad literaria, a esta fusión de géneros -narrativo y teatral, por los diálogos- a esta escritura plena, inaugural, que afina y crea su género. Como Don Quijote, que lo hará después, retratando la verdad de un tiempo, con un arte moderno de la narración, La Celestina crea la literatura española.
No eran molinos. Clásicos de la literatura española
La Celestina, de Fernando de Rojas
07/06/2024
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