Ana de Castro Egas es una presencia de mujer sostenida en el tiempo, con su cuerpo de bruma en la intemperie de las fechas históricas. No conocemos la fecha de su nacimiento, pero sí que ve la luz en Valdepeñas a finales del siglo XVI, y que llegará a ser no sólo una poetisa verdaderamente relevante en su época, sino la primera biógrafa oficial de un monarca español. Porque en 1629, y esto sí lo sabemos con certeza, ya radicada en la Corte, en Madrid, publicará Eternidad del Rey Don Filipe tercero Nuestro Señor, el Piadoso. Es la única obra que conservamos de ella, pero esa biografía será la única credencial que necesita para ingresar en la nómina de nuestro Siglo de Oro. Serán los poemas y demás prosas laudatorias que le dedicarán algunos de los más celebrados poetas de su época los que nos hablarán de Ana de Castro Egas. Francisco de Quevedo, Lope de Vega, Antonio Mira de Amescua, Gabriel Bocángel, Juan Pérez de Montalbán, Francisco López Zárate o José de Pellicer de Ossau y Salas y Tovar escribirán acerca de sus logros literarios. Llama la atención que el mismísimo Quevedo, tan conocido por su misoginia, sea quien prologa con entusiasmo Eternidad del Rey Don Filipe Tercero Nuestro Señor, el Piadoso, la obra biográfica de Ana de Castro Egas
No eran molinos. Clásicos de la literatura española
Eternidad del Rey Filipe Tercero, de Ana de Castro Egas
01/03/2024
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