No eran molinos. Clásicos de la literatura española   Las moradas del castillo interior, de Santa Teresa de Jesús 23/06/2023 23:22

La mañana extrañamente nebulosa del 28 de mayo de 1577, con una lluvia cálida que hace presagiar los aguaceros raudos del verano, Jerónimo de la Madre de Dios le sugiere a Teresa de Jesús que escriba un nuevo libro sobre sus vivencias con la fe y la espiritualidad. Teresa sabe que en ese mismo instante, mientras Jerónimo de la Madre de Dios le hace una petición que no sólo es literaria -porque también guarda su hambre de entender esa experiencia íntima, en Teresa, de vida hacia lo alto, con los pies en el barro del cuerpo en trance y los ojos hacia la eternidad-, la Inquisición está analizando su obra anterior: Libro de la Vida. Teresa ha sido denunciada por Ana de Mendoza de la Cerca, la princesa de Éboli. El posible conflicto, o la zona de riesgo para Santa Teresa, es dilucidar si lo que escribe puede considerarse una herejía. Por eso Santa Teresa, como Cristo en la cruz, cinco años antes de morir, duda y teme lanzarse a esta nueva escritura. Cuando decide empezarla, ella misma reconoce su dificultad, la sombra que se cierne sobre su mano alzada. Sin embargo, además de una mujer de extraordinaria fe, Santa Teresa es una escritora: nuestra mayor mística, con San Juan de la Cruz. Y una escritora nunca retrocede. Teresa afronta su nuevo libro, con un camino íntimo hacia Dios, desde el recogimiento de existir, en Las moradas del castillo interior. Así se conocerán las Moradas de Santa Teresa, hilando ese progreso hacia la fe en siete galerías del espíritu, o niveles de entrega y plenitud, desde la oración, hacia un castillo interior con su luz de diamante.


No eran molinos. Clásicos de la literatura española
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