Las novelas ejemplares de honestísimo entretenimiento de Miguel de Cervantes Saavedra, más conocidas como Novelas ejemplares, son un grupo de novelas cortas escritas entre 1590 y 1612, reunidas en la publicación de 1613, tres años después de la primera parte del Quijote. Responden al modelo italiano de la época: son novelas “ejemplares” porque guardan una intención moralizante. Históricamente, se han ordenado en dos series: las de un tono más realista, o más ancladas en lo reconocible, y también las que ocultan un fondo estetizante de idealización del presente. Estas últimas, las idealistas, se emparentan mejor con esa filiación italiana en la visión y el pulso creativo de Cervantes. La acción suele concentrarse en torno a un conflicto de carácter sentimental, con un marco sutil de laberinto en la acción trepidante, acumulación de equívocos y situaciones encontradas. Por otro lado, las Novelas ejemplares de signo más realista se ocupan de una escenificación de atmósferas y perfiles con un simbolismo más tendente a la agudeza crítica. Quizá cuando Cervantes sale más de esa influencia italiana -que, por otro lado, es la que le ha abierto esta puerta o posibilidad narrativa- es cuando las Novelas ejemplares son más genuinamente cervantinas, en pálpito y estilo, en el pulso literario entre la recreación de la vida, con sus asperezas, y el análisis moral. Son relatos muy famosos, tan identificados con el espíritu de su obra, como Rinconete y Cortadillo, El licenciado Vidriera, La gitanilla, La ilustre fregona y El coloquio de los perros. Aquí, Cervantes es Cervantes.
No eran molinos. Clásicos de la literatura española
Novelas ejemplares, de Miguel de Cervantes Saavedra
12/07/2024
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