El Modernismo heroico ha llegado a Madrid con su plasticidad de fuego verde a través de mareas, a principios de siglo, en la ambición del arte por el arte. Pero antes de Rubén Darío y su caudal de idioma, otros hombres arriban a los viejos cafés de la Puerta del Sol con un sueño de versos en sus ojos de llama. Esa pasión viva se siente todavía en Las rosas de Hércules, la obra de Tomás Morales Castellano. Los dos tomos editados cuidadosamente por la legendaria librería de Gregorio Pueyo ofrecen esa estética elegante en la que participan no sólo el poeta canario, autor de los poemas, sino también su amigo, el pintor Néstor Martín Fernández de la Torre, con la portada y la mayoría de las viñetas interiores, su hermano Miguel, dibujante y arquitecto, y el artista José Hurtado de Mendoza, que ha ilustrado las guardas. El Modernismo es una cofradía de amistad, sobre todo para los recién llegados a Madrid con un ensueño en los ojos de pasión literaria, de vida y de verdad. Los poemas oceánicos de Tomás Morales se elevan con un rango propio en el Modernismo. Las rosas de Hércules será su mayor obra. Está formado, en gran parte, por poemas de su libro anterior: Poemas de la gloria, del amor y del mar, que publica en Madrid en 1908, cuando lleva cuatro años asistiendo a las tertulias literarias del Café Fornos. Con prólogo de su buen amigo Enrique Díez Canedo, la edición definitiva de Las rosas de Hércules se publicará póstumamente, en Madrid, en 1922, cuando el poeta canario, que antes había descubierto en Madrid su voz de agua, habría cumplido 37 años.
No eran molinos. Clásicos de la literatura española
Las rosas de Hércules, de Tomás Morales Castellano
22/11/2024
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