Una investigación preliminar de un centro del CSIC, el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), publicada en una revista especializada y aireada por prácticamente todos los medios de comunicación, ha evaluado unas muestras extractadas de bolsas de plástico compostable, plástico reciclado y plástico convencional, y las ha sometido a un cultivo de células de pez cebra. Y ha concluido que las de plástico compostable eran tóxicas, también las de plástico reciclable y no las del plástico convencional.
Nuestro hombre de ciencia, Manuel Toharia, arroja luz sobre los asombrosos resultados de este curioso estudio. Y en los minutos finales de su sección, como de costumbre, la poesía y la ciencia en esta ocasión servidas de la mano de Antonio Machado y los versos de “A un olmo seco”.