Son dos municipios colindantes del sur de la Comunidad de Madrid que unidos expresan indecisión. Diversas leyendas tratan de explicar el fenómeno; desde una prosaica comparación de calidades vinícolas de uno y otro pueblo hasta el intento del rey Fernando III el Santo de calmar los ánimos en un momento de gran tensión vecinal. Atraídos por uno de los dichos más populares de nuestro idioma, emprendemos un viaje "entre Pinto y Valdemoro" para descubrir joyas patrimoniales, tradiciones e historias sorprendentes. En Pinto, que reivindica en su escudo su condición de centro de la península ibérica, contemplamos el legado de Los Pantoja, familia noble que está detrás de monumentos como la Casa de la Cadena o el Convento de la Sagrada Familia. La arqueóloga Helena Sánchez y el historiador José Chelle nos acompañan en un recorrido que termina en la famosa torre donde encarcelaron a la princesa de Éboli en el siglo XVI. Además, degustamos el dulce pasado chocolatero de la villa con el pastelero Justo Almendrote, embajador gastronómico y creador del dulce local: los ombligos de Pinto. Para comprender la segunda parte del dicho hay que desplazarse hasta Valdemoro, donde el atleta Jesús España nos lleva de paseo por algunos de sus lugares favoritos, desde la Plaza de la Constitución hasta la ermita del Cristo de la Salud o la Fuente de la Villa. No pasamos por alto la enorme iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, cuyo vicario parroquial, Santiago García López, muestra algunos de sus tesoros, como una pintura de Goya. Nuestro camino termina en el espacio natural Bolitas del Airón: allí, la técnica de patrimonio histórico Lourdes Almendros nos invita a salir al campo.
Nómadas
Viajar entre Pinto y Valdemoro
21/09/2024
56:31