El comercio y tallado de diamantes ha sido históricamente uno de los principales motores económicos de este enclave portuario del norte de Bélgica. Fue aquí, en la orilla derecha del caudaloso Escalda, donde un pintor germano de nombre Peter Paul Rubens decidió "amarrar" su vida para siempre. Su huella artística se esparce por múltiples rincones de Amberes, desde iglesias hasta su propia casa, hoy convertida en museo. Las calles empedradas de esta pequeña gran ciudad nos permiten descubrir rincones fascinantes como su pintoresca plaza mayor, a solo unos metros de una enorme catedral gótica cuya etérea torre sirve de faro para orientarse. En nuestro paseo descubrimos recovecos llenos de historia, locales muy sugerentes y propuestas vanguardistas en la capital flamenca del diseño y la moda.